GLAFIRA LA MANTARRAYA -CUENTO-

Glafira, así le pusieron a una mantarraya que se hizo amiga de todos los buzos, de los pescadores, esquiadores y nadadores. Ella jugueteaba con todos. Un día, una niña se fue a bucear y se encontró con la mantarraya y como era muy amigable dejó que la niña montara en ella y se la llevó a dar un paseo. La niña recorrió junto a Glafira bellos y hermosos lugares, vio corales, plantas, algas de varias tonalidades que se movían con la corriente, parecía que las movía en viento. Y de los peces que vieron ¡ni se diga!, había de múltiples colores; rojos, naranjas, amarillos, azules, cafés y grises ¿ustedes lo pueden creer?. Había peces martillos, agujones, pez espada que tienen un pico muy largo, el pez sapo es gordo y redondo como una pelota, la lora tiene manchas de diferentes colores; había pulpos, caracoles y langostas, aquello parecía un acuario pero más bonito. Glafira la mantarraya llevó a la niña al fondo del mar, desde luego que ella llevaba su traje de buzo y su tanque de oxígeno para respirar; y como si fuera una moto, al bajarla, ella ponía sus piecitos en la arena y cuando ya se cansó y sus oídos le empezaron a doler, le hizo una seña a Glafira par que la subiera a la superficie. ¡Qué experiencia vivió la niña en ésos momentos! ¡Jamás lo podrá olvidar! Era tan emocionante e interesante que deseaba que se volviera repetir por eso la niña volvía por días y días para ver si encontraba otra vez a la mantarraya, pero Glafira desapreció. Dicen que la vieron por ultima vez con una mantarrayita a su lado y ya nunca jamás apareció, no se sabe qué pasó con ella; la niña sigue visitando ese lugar con el deseo de mirarla de nuevo y pasear juntas como en aquél extraordinario día. A veces se acerca al mar y le llama ¡Glafira! ¡Glafira, amiga vuelve! yo te quiero volver a ver..